sábado, 24 de noviembre de 2012

Sobre la creación de empleo en Eurovegas

Resulta sorprendente que, hasta ahora, a ninguno de los políticos que defienden a Eurovegas como fuente de creación de empleo se les haya ocurrido contabilizar el número total de trabajadores con los que cuenta en la actualidad la empresa en el mundo entero. Los 36 mil empleados de Adelson dista mucho de los 164 mil puestos prometidos, lo cual tendría que implicar explicaciones que nadie ha dado hasta el momento.

El desempleo viene siendo, desde hace varias décadas, uno de los grandes problemas que afectan a la sociedad española. La necesidad de muchísimos ciudadanos de encontrar trabajo ha sido tradicionalmente usada como arma política y electoral por parte de gobiernos y partidos. Lejanos quedan aquellos 800 mil puestos de trabajo de Felipe González que luego tanto le fueron reprochados[1].

En la actualidad, bajo el yugo de una interminable crisis, la promesa de creación de empleo viene de la mano de Eurovegas, una propuesta empresarial sin precedentes en España que llega con la bendición del Gobierno Autonómico de Madrid. La cifra de empleos prometida es más modesta que la del PSOE de 1982, alrededor de 164 mil directos y otros 97 mil indirectos[2]. Aunque es comprensible que cualquier iniciativa que conlleve la creación de empleo sea tenida en cuenta, es también muy importante comprender sus implicaciones. En el caso de Eurovegas nos encontramos ante la exigencia de sus promotores de relajar, entre otros, el Estatuto de los Trabajadores, la Ley de Extranjería, las normas contra el blanqueo de capitales o las leyes antitabaco. Dicho de otro modo, la posible creación de varios miles de puestos de trabajo viene condicionada por la clara cesión de soberanía que implica el hecho de que las leyes sean modificadas ya no por el interés general sino por los de una gran empresa privada.

Es justo reconocer que la dura situación socioeconómica actual deja a las administraciones en una débil posición ante quien proclama la simple posibilidad de crear puestos de trabajo. Nos encontramos ante el fenómeno del chantaje del empleo[3], en el que los gobiernos aceptan perder soberanía a cambio de apuntarse el tanto de haber frenado el desempleo y una parte de la ciudadanía hace lo mismo con sus derechos fundamentales. Así, los movimientos sociales en contra de Eurovegas son sistemáticamente desoídos, prevaleciendo los deseos de un magnate de los casinos sobre las preocupaciones socioambientales de un importante sector de la ciudadanía.

No obstante, cualquier canto de sirena, como las promesas de creación de miles de empleos, ha de ser sometida al veredicto de la evidencia. Así, Gaspar Llamazares se ha preocupado por realizar una sencilla investigación consistente en calcular el número de empleados que la compañía promotora de Eurovegas tiene por todo el mundo. En la actualidad, Adelson apenas da trabajo a 36 mil personas[4]. La matemática no engaña, si los macrocasinos de Las Vegas y Macao apenas suman esa cifra, difícil es que el proyecto para Madrid alcance los 164 mil prometidos.

Conocidos estos datos es justo pedir explicaciones a los políticos que defienden la creación de Eurovegas apoyándose en las promesas de creación empleo. El simple hecho de que ninguno de ellos se haya parado a realizar tales cuentas demuestra una irresponsabilidad inadmisible. Además de esto, hay que recordar que la creación de empleo se ha convertido, para muchos políticos, en un objetivo puramente cualitativo. Sólo les preocupa las estadísticas de las oficinas de empleo. Jamás se detienen en asuntos tan importantes como la calidad de los nuevos empleos creados, las condiciones laborales o la naturaleza de los trabajos. Desde luego, Eurovegas no requerirá del perfil profesional al que responden los miles de titulados españoles que periódicamente emigran a Alemania.

A poca gente se le escapa que el juego aumentará la demanda de crupieres y camareros, sino de prostitutas que, en el mejor de los casos, serán dadas de alta a la Seguridad Social como azafatas. Por mucho que Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, recuerde que se trata del "oficio más viejo del mundo"[5], bien haría en recordar que una prostituta es, ante todo, una mujer explotada.


[1] http://www.publico.es/espana/181928/felipe-gonzalez-prometi-crear-800-000-empleos-y-se-destruyeron-800-000
[2] http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/01/26/madrid/1327565496_655225.html
[3] http://www.ecologistasenaccion.org/article22741.html
[4] http://www.elplural.com/2012/11/23/llamazares-pincha-el-globo-de-eurovegas-%C2%BFcomo-se-crearan-164-000-empleos-en-madrid-si-en-todo-el-mundo-no-llegan-a-36-000/
[5] http://www.elplural.com/2012/11/07/ignacio-gonzalez-quita-hierro-a-la-prostitucion-que-pueda-generar-eurovegas-es-el-oficio-mas-viejo-del-mundo/

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