sábado, 9 de febrero de 2013

"Déjà vu" en las Fiestas Típicas Gaditanas

Resulta muy difícil de comprender, fuera del contexto de la censura, las intenciones de las autoridades locales de Cádiz al ordenar un control policial a una chirigota que, casualmente, escribiese algunas de las letras más críticas de este carnaval contra las políticas del Gobierno de España.

Hubo una época durante la cual el Carnaval de Cádiz se denominaba Fiestas Típicas Gaditanas. Por aquel entonces, bajo el yugo de la represión del régimen franquista, la censura alcanzaba al propio término Carnaval, reducido a Fiestas Populares, una versión descafeinada en la que sin tan siquiera se permitían disfraces en las calles. Se trataba de una censura de Estado, policial, con la potestad de vetar escritos considerados inadecuados por el régimen e, incluso, de represaliar a quienes se "señalasen" en exceso.

Hoy en día Cádiz presume de su Carnaval como máximo exponente de expresión de libertad, instrumento de la ciudadanía local para manifestar sus inquietudes a través del altavoz de las agrupaciones carnavalescas. Con el agravamiento del desempleo, la proliferación de recortes, en definitiva, con esta interminable crisis que va más allá de lo económico, era de esperar -como así ha sido- que muchos de los autores del carnaval gaditano reflejasen en sus obras el hastío de una ciudadanía que se ve condenada a la precariedad.

Así, se han podido encontrar referencias al panorama actual incluso en los nombres de algunas agrupaciones del presente año, como "Las verdades del banquero", "Los gordillos" o "Los recortaos". Esta última, con un tipo que evoca a personas desahuciadas -y acompañados de figurantes que portan pancartas de las protestas más significativas en las últimas fechas-, sufrieron un control policial a la entrada del Gran Teatro Falla, donde iban a tomar parte en el concurso de agrupaciones. Con la excusa de evitar que se colaran "elementos subversivos", agentes de la Policía Local llegaron incluso a examinar el contenido de las pancartas que los figurantes iban a sacar al escenario[1].

¿Dónde queda esa libertad de la que tanto se presume en los círculos de gobierno y poder de Cádiz? Muy posiblemente se referirán exclusivamente a la libertad de mercado porque, ante la situación vivida por aquella chirigota, queda demostrado que cualquier intento de ejercer la libertad por los ciudadanos tiene una rápida y desagradable reacción por los capataces de este inmenso cortijo de crisis y precariedad. No es la primera vez que se da algún tipo de censura en el Carnaval. Este mismo año, aquella agrupación carnavalera fue advertida, antes de actuar en el canal de televisión municipal, de evitar letras en contra de la alcaldesa de Cádiz[2].

Gusta bastante a los regidores de Cádiz comparar el Gran Teatro Falla con un "Templo de la Libertad". Sin embargo, en los momentos en que la ciudadanía se encuentra más sensibilizada a mensajes de protesta contra una situación injusta que perjudica a las mayorías, menos tolerancia -elemento fundamental para el ejercicio de la libertad- muestran las autoridades ante ciertas letras de carnaval. Evidentemente, no quieren que pensemos libremente ni permitirán que nadie nos haga pensar. Situaciones como la vivida por los componentes de "Los recortaos" indican que las agrupaciones contestatarias están bajo el punto de mira. ¿Cuántos autores se habrán autocensurado con tal de no perder oportunidades en el Concurso de Agrupaciones o contratos para actuar en giras y otros eventos?


[1] ""Los Recortaos" denuncian presión de la policía local". Canal Sur Noticias, 8 de febrero de 2013.
[2] "IU exige explicaciones sobre el control policial a la chirigota 'Los Recortaos' antes de su actuación". 8 de febrero de 2013.

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