martes, 12 de febrero de 2013

El día en el que Mario Dragui privatizó el Congreso (y la valentía del diputado que se lo reprochó)

Ante la incomprensible conversión del Congreso en un búnker informativo, con motivo de la visita del ex-presidente para Europa de Goldman Sachs, se agradecen las valientes palabras del diputado Alberto Garzón, quien no tuvo reparos en señalar la condición profundamente antidemocrática de tal circunstancia.

Si, como en su día reconoció el propio presidente, lo único que nos queda a los españoles es "aceptar los sacrificios"[1], lo justo sería que, cuando menos, se nos permitiese escuchar de primera mano al hombre que lleva dictando el destino económico del Estado español durante el último año y medio. Sin embargo, por el contrario, la ciudadanía ha asistido perpleja a la conversión del Congreso de los Diputados en un búnker informativo, aislado del exterior a base de inhibidores de frecuencia[2]. Sin wi-fi, sin 3G, sin taquígrafos, sin periodistas, sin más testigos que el propio Draghi y los diputados, a quienes se les impide cualquier grabación de lo ocurrido en aquella sesión del Congreso[3]. Como bien dijera Alberto Garzón, una reunión clandestina con un poder antidemocrático. He aquí la transcripción de la valiente intervención de este diputado.
No me andaré con rodeos, Sr. Draghi. Usted viene como representante aquí de un poder antidemocrático. El mejor ejemplo de esta cuestión es esta sesión y sus condiciones de clandestinidad: una comunicación secreta, alejada de la ciudadanía.

Lo más preocupante de todo es que usted no viene aquí como consecuencia de un procedimiento normal en el que tenga que rendir cuentas ni a los parlamentos nacionales ni a ninguna entidad legítima. Viene por circunstancias ajenas a esta cuestión. Aparece aquí presentándose como un dios monetario todopoderoso, una persona cuya palabra es capaz de calmar y tranquilizar a los mercados. Y es cierto, pero también el BCE tiene una palabra capaz de chantajear y extorsionar a los países y aplicar y condicionar sus políticas sociales, sus políticas económicas sin que -insistía antes- ello derive de la legitimidad del pueblo. En definitiva, la filosofía del BCE se corresponde más con la herencia de Platón y Aristóteles, que denunciaban la Democracia porque decían que la ciudadanía no podía meterse en asuntos que fueran tan importantes. Es alergia a la democracia lo que tiene el BCE y nosotros queremos aprovechar para denunciarlo.

Pero además resulta que el BCE es el banco central más independiente del mundo, pero independiente de las personas no independiente de la ideología. La constitucionalización del objetivo exclusivo de la inflación es un objetivo ideológico que sirve sobre todo a las entidades financieras y no a la ciudadanía. No hay banco central en el mundo idéntico al BCE, ni siquiera la Reserva Federal, ni siquiera el Banco de Japón; de ahí que tengamos tan diferentes políticas monetarias aplicadas en el mundo.

No nos resulta tampoco ajeno, Sr. Dragui, cual es su trayectoria profesional y cual es su procedencia más inmediata. Esto podría explicar perfectamente por qué el BCE no hizo nada mientras se gestaba la crisis. El BCE elabora unos informes muy elegantes de estabilidad financiera, y está claro que estabilidad financiera no es precisamente lo que hemos tenido en los últimos años. Es el reflejo de que el BCE ha fracasado y en cualquier país normal, en cualquier institución normal, esto habría derivado en consecuencias políticas e incluso penales. En este sentido, probablemente el señor Trichet tendría que haber pasado ya por un juzgado.

Pero además resulta que, cuando se puede hacer algo, pasan cuatro años para que el BCE, en boca de usted, diga “haré lo que tenemos que hacer”. Cuatro años, y en ese recorrido usted también tiene una importancia brutal porque le pilla más de un año y medio desde entonces. ¿Qué pasó en esos cuatro años? Pues pasó que se permitió la presión de los especuladores sobre la deuda pública, pasó que se permitió todos los paraísos fiscales, pasó que se permitió la extorsión de los especuladores en los diferentes países. Pasó todo eso y el BCE no hizo nada. Así que por actividad  y por pasividad también le hago responsable de los recortes en las prestaciones sociales, en la educación, en la sanidad, etc. que, por supuesto, tienen consecuencias sociales como no puede dejar de ser de otra forma. En esos cuatro años se permitió y se sigue permitiendo en cierto sentido el enriquecimiento de una minoría y el rescate a los bancos. Evidentemente, ahí también tiene usted responsabilidad y probablemente debería estar acompañando a Trichet en esos tribunales.

¿Pero qué ha hecho el BCE en consecuencia? Ha estado rescatando al sistema financiero, ha estado dando ayudas, inyecciones billonarias de euros, al sistema financiero, flexibilización de las garantías, avales...


[1] http://www.rtve.es/noticias/20120711/frases-rajoy-no-podemos-elegir--no-tenemos-libertad/545301.shtml
[2] http://www.eldiario.es/politica/dia-Draghi-apago-Congreso_0_100440541.html
[3] http://www.publico.es/450536/izquierda-plural-burla-la-censura-y-publica-videos-de-la-comparecencia-de-draghi

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